OP. TEXTIL

En la industria se utilizan máquinas que por sus características, suponen importantes riesgos laborales, siendo los accidentes más frecuentes los debidos a: atrapamientos o aplastamientos con elementos de transmisión, cortes o golpes con partes móviles, quemaduras, contactos eléctricos, etc.

Sólo podrán utilizar las máquinas, aquellas personas que hayan sido correctamente instruidas para ello, habiendo recibido la formación e información necesarias.

Arriesgas mucho usándolas sin tener los conocimientos. Un falso movimiento puede tener consecuencias fatales.

Antes de empezar vigila que  el entorno de la máquina esté en orden, limpio y sin obstáculos que te impidan acceder a todas sus partes.

Verifica además que el suelo esté en buenas condiciones, sin manchas de grasas o aceites procedentes de alguna posible fuga, etc.

Así evitarás caídas al mismo nivel (resbalones, torceduras, etc.).

Antes de arrancar el funcionamiento de la maquinaria se ha de verificar que:

• Sus componentes se encuentran en perfecto estado.
• Sus elementos de seguridad se accionan correctamente.
• Los cables y la conexión eléctrica están correctamente aislados y en perfecto estado y que incluye puesta a tierra de las masas.

Es importante que mantengas siempre cerrados e instalados los RESGUARDOS. Nunca los anules ni elimines.

Éstos te protegen del PELIGRO de aplastamiento, cizallamiento, corte, enganche, impacto, etc., según el caso.

Así que después de las operaciones de mantenimiento o reglaje serán repuestos.

Y NO OLVIDES que en las operaciones de limpieza o mantenimiento de las máquinas, éstas deberán estar PARADAS y con los dispositivos de enclavamiento fijados.

Respeta siempre las NORMAS de SEGURIDAD y sigue los procedimientos que se utilicen en tu empresa.

Evita el exceso de confianza al trabajar y mantén la atención constantemente.

¡¡¡Los accidentes no ocurren por casualidad!!!

Nunca accedas a la zona de operación de las máquinas mientras éstas estén en funcionamiento, ni por lugares que no sean los diseñados con tal fin.

Evita el contacto con las partes calientes de la maquinaria y en todo caso protégete frente a las mismas adecuadamente (guantes de protección térmica, ropa de manga larga…).

Para retirar partículas o suciedad de las partes activas de las máquinas debes utilizar siempre cepillos, alargadores, pinzas de goma o similares, nunca con las manos o trapos, ya que podrían ocasionarte atrapamientos, cortes o golpes con los mecanismos de la máquina, provocándote graves lesiones.

Utiliza gafas de protección o pantallas faciales para evitar posibles lesiones por proyección de partículas o fluidos.

Para evitar cortes, al cambiar o limpiar elementos cortantes de las máquinas, ten la máxima precaución y utiliza SIEMPRE guantes anticorte de protección homologados.

Por ahorrarte unos segundos, ¡no pongas tus manos en peligro!

Haz uso de los sistemas de detención de seguridad en caso de necesidad de parada de emergencia.

Si detectas fallos o averías en los sistemas de seguridad deja de trabajar, desconecta la maquinaria del fluido eléctrico y avisa de inmediato a mantenimiento o a la persona responsable.

Recuerda que está PROHIBIDO manipular los cuadros eléctricos o dispositivos de máquinas que tengan tensión si no estás acreditado/a para realizar este trabajo.

Avisa inmediatamente a la persona responsable si encuentras cualquier tipo de anomalía en tu puesto de trabajo.

Mantenimiento:
En trabajos de mantenimiento en los que la máquina deba estar desconectada, señaliza claramente que estás trabajando en ella con un cartel informativo.

RECUERDA que sólo lo podrá realizar personal cualificado para dicha tarea.

Cuando estés trabajando en ella es importante que desconectes el sistema eléctrico de la máquina y lo señalices bien para evitar una puesta en marcha fortuita.

Bloquea físicamente los sistemas hidráulicos y neumáticos para impedir su accionamiento.

La señalización de este tipo sólo puede ser retirada por el personal que la colocó.

NUNCA actives un sistema eléctrico, mecánico, neumático o hidráulico, en el que algún operario esté realizando tareas de limpieza, mantenimiento, reparación, etc., o disponga de una señalización a este respecto.

Un despiste de un segundo puede acabar muy mal.